Aunque aún se están pensando en nuevas formas para tratar todo tipo de problemas, podemos observar que el panorama de la psicología está cambiando gracias a la realidad virtual.
Esta tecnología está entrando con fuerza en el mundo de los aparatos electrónicos. Gracias a dispositivos como el Oculus Rift o el HTC Vive, los usuarios pueden disfrutar de una experiencia más inmersiva relacionada a videojuegos. Sin embargo, ya se están estudiando y aplicando en otras áreas distintas al entretenimiento.
La realidad virtual apoya los tratamientos psicológicos
Pensar en los beneficios que puede significar para el campo de la psicología es pensar en cómo ayudar a una de cada cuatro personas que experimenta problemas de salud mental en su vida. Esta es una realidad que se vive alrededor del mundo y que, en muchas partes, no se toman en serio ya que se vuelve en un tema tabú o tienen prejuicios sobre la ayuda psicológica.
La forma en que tratamos estos problemas es muy importante. Buscar asesoramiento suele ser el primer paso. El segundo implica que los pacientes se enfrenten a las situaciones que les producen esa angustia que tanto los afecta y que aprendan a controlar su conducta pensando y sintiendo de manera constructiva. Para ello, lo ideal (y la meta final) es salir al mundo real y lidiar con todo esto. Los psicólogos fungen el papel de entrenadores personales para su vida diaria, pero la realidad es otra y conseguir este resultado es muy difícil.
Este panorama puede cambiar por completo gracias a la tecnología. Se pueden utilizar equipos VR para terapias que ayuden a mejorar la salud mental de los afectados. La idea es sencilla: crear simulaciones poderosas de los posibles escenarios que los pacientes deban enfrentar. Al ser una tecnología de inmersión, la simulación resulta muy efectiva para que el usuario experimente con todos sus sentidos cara situación.
La gran ventaja de esto es que se trata de un ambiente controlado donde el paciente no tiene la necesidad de salir. Sirve de entrenamiento para que puedan afrontar las situaciones en el mundo real y apoya en gran medida a los métodos tradicionales de tratamiento.
Cómo funciona la realidad virtual en tratamientos psicológicos
Esta increíble tecnología se desarrolló primero en el MIT en los años 60 utilizando los mismos elementos que utilizamos actualmente: una computadora, un par de gafas, un rastreador para ubicar la posición y orientación del usuario y un par de audífonos.
Su funcionamiento, explicado de manera simple, consiste en que la computadora se encarga de generar las imágenes virtuales que el usuario presenciará. Estas son transmitidas al individuo a través de las gafas especiales que ayudan a experimentar la sensación de estar dentro de un lugar distinto a que nos encontramos en la vida real. El rastreador trabaja como un elemento de retroalimentación para ubicar al usuario dentro del espacio que está ocupando y que sus movimientos en el mundo físico vayan acorde a sus movimientos en el mundo virtual. Por último, los audífonos sirven para simular el sonido que esté escuchando consiguiendo una inmersión completa.
Aunque suene a elementos de ciencia ficción y que estamos a quinientos años luz de conseguir esto, ya es una realidad que está creciendo a pasos agigantados en el mundo de los videojuegos y que la psicología puede aprovechar para su beneficio.
Otras aplicaciones de la realidad virtual en la psicología
Ayudar a experimentar situaciones de completo estrés y angustia es solo uno de los beneficios donde la realidad virtual está influyendo positivamente en las terapias ya que mejora el comportamiento de los individuos en la vida normal. Ha sido de gran utilidad para pacientes con TEPT donde muchos estudios han demostrado que brinda mejoras rápidas y duraderas.
Sin embargo, hay otros trastornos donde se puede presenciar un gran potencial para producir un cambio en el panorama. Se han realizado estudios en pacientes con psicosis para que puedan abordar los delirios de persecución que sufren a menudo.
También, se ha aplicado la tecnología VR para tratar la depresión, problema que sufren muchas personas y que está tomando gran relevancia en los últimos años ya que afecta tanto a adultos como pequeños.
Asimismo, para problemas de adicciones, se ha descubierto que la realidad virtual puede ayudar a apaciguar los antojos. Lo mismo sucede con los trastornos alimenticios que pacientes de anorexia. Con esta tecnología, pueden experimentar tener un cuerpo saludable con la masa corporal adecuada haciendo que se acepten y suban su autoestima.
Trabajando con VR en Psicología
A pesar de haber presentado distintas opciones innovadoras para utilizar los equipos VR en la psicología, aún no se han realizado los estudios adecuados garantizar la efectividad y queda mucho trabajo por hacer.
El potencial que tiene es enorme y la facilidad de conseguir los equipos a precios accesibles hace posible que se pueda investigar más sobre los efectos positivos que tendrán dentro de las terapias y también en las evaluaciones. No suena nada descabellado pensar que, en un futuro, podamos recibir tratamiento psicológico de forma virtual sin necesidad de salir de casa. Sin embargo, siempre será necesario estar en contacto con un profesional que pueda orientarnos y diagnosticarnos de la forma correcta.
No solo el componente psicológico de las terapias virtuales debe ser apropiado, la experiencia de realidad virtual debe estar a la altura. Esto ya es posible gracias a los avances que existen en el mundo. El Playstation VR es un gran ejemplo con juegos que están revolucionando la industria y que provee de todo el estímulo necesario para hacer que el usuario viva toda la experiencia de inmersión.
Para que las terapias virtuales sean efectivas, se requiere de una buena aplicación que brinde la emoción que los videojuegos entregan. Ya existen programadores en nuestro país que se están enfocando en esta industria y que orientan sus esfuerzos en ofrecer soluciones dentro de diversos sectores.
Definitivamente, la realidad virtual cambiará el panorama de la psicología mejorando los tratamientos y beneficiando a las personas de múltiples maneras. Tan solo se requieren de mayores ensayos clínicos y liberar nuestra creatividad para pensar en futuras aplicaciones para influir positivamente en los pacientes.